Mi futuro depende de Dios
Estoy seguro de que estarás de acuerdo en que la vida está llena de sorpresas, algunas agradables y otras no tanto. Ahí estamos, planificando nuestra vida, cuando de repente suceden cosas inesperadas que nos toman completamente por sorpresa. Hoy quiero invitarte a decir con toda seguridad “Mi futuro depende de Dios”
Puede ser que perdamos nuestro trabajo, un amigo cercano o un familiar puede ser golpeado por una enfermedad, o puede haber un amontonamiento en la autopista y de repente las cosas nunca vuelven a ser las mismas.
Sí, podemos hacer nuestros planes para el futuro, pero nunca podemos depender de que se lleven a cabo.
Vivimos en un mundo de cambios constantes, pero la Biblia nos da un mensaje claro que no cambia ni cambiará; está escrito por Dios, que es eterno y constante en carácter. Él no cambia en absoluto, ni tampoco sus planes.
Dios tiene un cierto futuro preparado y planeado para este mundo y Jesucristo es fundamental para ese plan. Entonces, ¿cómo afectará Jesús tu futuro?
Mi futuro no depende de cómo se acomoden los planetas. Mi futuro depende de Dios.
La Biblia tiene mucho que decir acerca de las estrellas. Lo más básico para nuestro entendimiento de las estrellas es que Dios las creó. Ellas muestran su poder y majestad. Los cielos son la obra de sus manos (Salmo 8:3; Salmo 19:1). Dios tiene numeradas y nombradas todas las estrellas (Salmo 147:4).
La astrología es la interpretación de una supuesta influencia que las estrellas (y los planetas) ejercen sobre el destino de la humanidad. No consultes el zodiaco, o la astrología, si quieres conocer tu futuro consulta a Dios solo Él sabe lo que ha de venir para tu vida.
Confiar en Dios es el proceso de decirse a sí mismo que no tienes todas las respuestas y comprometerse con la oración cuando te enfrentas a situaciones frustrantes. Requiere confiar en que Dios no solo se preocupa, sino que es real y capaz de hacer una diferencia tangible en su vida. Hoy quiero exhortarte a poner toda tu confianza en Él y decir “Mi futuro depende de Dios”
